El informe final de una investigación constituye el documento que da cuenta de todo el proceso llevado a cabo, desde el planteamiento del problema hasta la interpretación de resultados. Su estructura y redacción varían según el enfoque metodológico adoptado (cuantitativo o cualitativo), aunque comparten elementos esenciales como la claridad, la coherencia lógica y el rigor ético y académico. Además, para que los resultados de la investigación tengan un impacto real, deben difundirse adecuadamente mediante canales científicos y sociales, respetando estándares de citación como los propuestos por la American Psychological Association (APA).
En la estructura del informe cuantitativo, se comienza con un título claro y descriptivo que refleje el tema y alcance del estudio. El resumen o abstract sintetiza el objetivo, metodología, resultados y conclusiones en un rango de 150 a 250 palabras, permitiendo al lector anticipar la relevancia del estudio (American Psychological Association, 2020). La introducción contextualiza el problema, justifica su estudio y expone los objetivos e hipótesis, lo cual es crucial para establecer el marco conceptual desde el que se interpreta la investigación (Kerlinger & Lee, 2002).
El método se divide en participantes, instrumentos, procedimiento y análisis de datos. Aquí se detalla la población de estudio, la forma en que se recolectaron los datos (por ejemplo, mediante encuestas estructuradas) y las técnicas estadísticas utilizadas (como análisis descriptivos, pruebas t o regresiones). Según Creswell (2014), esta sección debe ofrecer suficiente información para que otro investigador pueda replicar el estudio. Los resultados se presentan con el apoyo de tablas y gráficos, destacando correlaciones significativas entre variables y hallazgos estadísticamente relevantes.
En la discusión, se interpretan los resultados a la luz de investigaciones previas, se reconocen las limitaciones del estudio y se sugieren futuras líneas de investigación. Esta sección es clave para demostrar la contribución teórica y práctica del trabajo realizado (Hernández, Fernández & Baptista, 2014). Finalmente, se incluyen las referencias bibliográficas en formato APA y, si aplica, apéndices con materiales complementarios como cuestionarios o consentimientos informados.
El informe cualitativo, aunque comparte varios de estos elementos, presenta diferencias fundamentales debido a su naturaleza exploratoria e interpretativa. En este caso, el título también debe ser claro y descriptivo, pero el resumen resume el objetivo, enfoque metodológico (como entrevistas en profundidad), principales temas emergentes y conclusiones generales. En la introducción, se contextualiza el fenómeno de estudio y se plantean preguntas de investigación en lugar de hipótesis, alineándose con el paradigma interpretativo.
El apartado de método describe el tipo de muestreo (usualmente intencional), el instrumento utilizado (como entrevistas semiestructuradas), el procedimiento de recolección de datos y el enfoque de análisis, comúnmente el análisis temático (Braun & Clarke, 2006). Los resultados se presentan como temas y patrones emergentes ilustrados con citas textuales de los participantes, lo que permite dar voz a sus experiencias. La discusión interpreta estos hallazgos en relación con teorías o investigaciones similares, reconoce las limitaciones del estudio y ofrece propuestas para futuras investigaciones, tanto cualitativas como mixtas.
El siguiente componente fundamental es la difusión, divulgación y consulta científica. Para que la investigación tenga un impacto más allá del entorno académico inmediato, debe someterse a procesos de revisión por pares y publicación en revistas científicas. De acuerdo con Day y Gastel (2012), este proceso valida la calidad científica del estudio y lo hace accesible a otros investigadores. Asimismo, se promueve la presentación en congresos mediante resúmenes, pósteres o presentaciones orales. La divulgación al público general requiere adaptar el lenguaje y el formato, utilizando medios de comunicación o redes sociales para compartir resultados relevantes, sobre todo cuando estos tienen implicaciones sociales o comunitarias.
Otra vía importante es el acceso abierto a través de repositorios institucionales o científicos, y la participación en comunidades académicas que favorecen la circulación del conocimiento. La consulta científica, por su parte, implica el uso de bases de datos académicas y bibliotecas digitales para mantener actualizadas las referencias y marcos teóricos.
Por último, la redacción del informe debe seguir las consideraciones del estilo APA, que incluyen el uso de lenguaje claro y no discriminatorio, márgenes de una pulgada, interlineado doble, fuentes accesibles (como Times New Roman 12 pts) y el uso correcto de citas, referencias, encabezados y subencabezados. También se deben evitar sesgos de género, raza o etnia, y presentar descripciones precisas de los métodos y resultados (American Psychological Association, 2020). Estas pautas aseguran la coherencia, transparencia y profesionalismo en la presentación del informe final.
En síntesis, la elaboración del informe final no solo representa la culminación del proceso investigativo, sino también la posibilidad de contribuir activamente al conocimiento científico, siempre que se respeten las normas metodológicas, éticas y editoriales correspondientes. Tanto la estructura interna del informe como las estrategias para su difusión y consulta son pilares esenciales para garantizar que la investigación cumpla su propósito académico y social.
Referencias
American Psychological Association. (2020). Publication manual of the American Psychological Association (7.ª ed.). APA.
Braun, V., & Clarke, V. (2006). Using thematic analysis in psychology. Qualitative Research in Psychology, 3(2), 77–101. https://doi.org/10.1191/1478088706qp063oa
Creswell, J. W. (2014). Research design: Qualitative, quantitative, and mixed methods approaches (4.ª ed.). SAGE Publications.
Day, R. A., & Gastel, B. (2012). Cómo escribir y publicar trabajos científicos (3.ª ed.). Fondo de Cultura Económica.
Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, P. (2014). Metodología de la investigación (6.ª ed.). McGraw-Hill.
Kerlinger, F. N., & Lee, H. B. (2002). Investigación del comportamiento: Métodos de investigación en ciencias sociales (4.ª ed.). McGraw-Hill.